El trabajo sobre el archivo familiar de Mauricio Amador en los últimos años, lo
ubica más cerca de la arqueología que de la archivología, es decir, en las imágenes
familiares antiguas no busca un orden, tampoco una cronología. Busca formas,
huellas, trazas estructurales que puedan servirle para ubicar puntos y líneas que
se conecten con su presente ambiguo.

Un presente que lo desborda y que le urge a buscar relaciones estructurales con
las imágenes del pasado de sus parientes lejanos y próximos. Disecciona las figuras
de los rostros, entrelaza las condiciones morfológicas de la familia con las de la
imagen, más para detonar experimentos visuales y psicológicos que para delatarnos
una ruta de entendimiento consanguíneo.

En esta activación de su proyecto Morfología familiar, decide excavar más en su
inquietud arqueológica y nos acerca cómo público a la fuente de la producción
visual y emocional familiar: Su propia casa. Mauricio activa su hogar como un
dispositivo emocional que mezcla las intencionalidades de las imágenes que nos
presenta: Sus fotografías construidas y fabuladas, la memoria efímera de los
recuerdos y la memoria materializada en porta retratos. Todas imágenes
mezcladas y presentes con una necesidad urgente de diálogo entre ellas.

Marcel del Castillo. Curaduría

Morfología familiar de Mauricio Amador
Morfología familiar de Mauricio Amador
Morfología familiar de Mauricio Amador
Morfología familiar de Mauricio Amador
Morfología familiar de Mauricio Amador