Las Niñas (Chile), Colectivos de fotografía en Latinoamérica (I)
Compartir ideas, emociones y acciones, son las principales características de un colectivo, y la fotografía es una buena herramienta para juntarse y generar proyectos, discursos, imágenes, que generen piquiña, escozor, en las estructuras convencionales del arte. Según el historiador norteamericano, Alan Moore, «Los colectivos no sirven comida fácil de digerir. Nos inspiran hacia aquello que es posible, y hacen propaganda por otro mundo. A través de este trabajo grupal, los artistas están reafirmando y reinventando un rol público y social del arte.»
Y dentro de los movimientos urbanos, esta surgiendo esta nueva raza de colectivos cuya herramienta es una cámara fotográfica, que recuerdan un poco el boom de los grafiteros en los 80. Su leimotiv es la calle, lo que sucede afuera de los talleres, laboratorios, de las ideas y emociones intimistas o preocupaciones de un autor como individuo. El hecho colectivo es hablar con imágenes desde la calle y desde la gente. Es alzar la voz un poco más fuerte, lanzar un mensaje.
Hemos conectado con varios de esos colectivos fotográficos en Latinoamérica y les hemos pedido que nos cuenten sus ideas, sus proyectos y compartan su trabajo fotográfico. Y, para ser francos, en medio de este devenir actual de ideas sobre la fotografía, sus temas y discursos, estos colectivos la tienen muy clara. Tiene temas que van desde graves problemas sociales, hasta los temas formales de la fotografía: Resolver como llevar éstas ideas al público, mediante encuentros, publicaciones editoriales autofinanciadas, exhibiciones y por supuesto educación.
En esta primera etapa, presentaremos 8 colectivos de Argentina, Chile, Perú y Brasil. y comenzamos con el Colectivo Las Niñas, agrupación que nace en 2012 en Santiago de Chile de la mano de Jocelyne Rodríguez, Macarena Peñaloza, Marcela Bruna y Pilar Díaz.
El colectivo surge con la finalidad de crear espacios donde hablar sobre fotografía, y a la vez desarrollar proyectos fotográficos. «Nos interesa como colectivo, generar un espacio de reflexión respecto a la posición histórica y actual que ocupa la mujer en la fotografía en Chile, y a la vez dar visibilidad a los trabajos que se están generando»
Con sus proyectos » 8760` » y » Cromosoma X » , han participado en varias exposiciones, festivales y encuentros de fotografía tanto en Chile, como en Argentina, Brasil y Bolivia. Recibieron Mención Honrosa en el Festival Internacional de Fotografía de Cabo Verde/África 2014.
Además de realizar proyectos fotográficos, como colectivo gestionan actividades culturales en pro de la difusión de la fotografía. En 2013 crearon el primer Encuentro de Mujeres Fotógrafas FOCOM, que se repitió a comienzos de este 2015 y espera su tercera edición en 2017. «Este encuentro nace de la iniciativa e ímpetu de fotógrafas que creyendo en un proyecto de largo aliento, de nuevas y múltiples alianzas; descentralizando información y motivando a nuevas generaciones en la producción de obras que pongan en discusión demandas sociales y políticas a través de la imagen, como documento movilizador de cambios. Es dar visibilidad al trabajo y producción de profesionales mujeres de la fotografía. La propuesta es generar un espacio de presentación, análisis y discusión sobre el trabajo de fotógrafas nacionales, internacionales, sus temáticas y visualidades a partir de la producción fotográfica.»
Las actividades del Colectivo Las niñas son autogestionadas, recibiendo apoyos puntuales en la producción de FOCOM.
Les invitamos a ver parte del trabajo de este colectivo en www.colectivolasninas.com
Aquí una galería con parte de su trabajo CROMOSOMA X:
A través del proyecto “Cromosoma X”, colectivo Las Niñas,problematiza el ser mujer desde distintas experiencias y registros. El cuerpo femenino, se ha configurado históricamente como un espacio privilegiado para la inscripción cultural, marcado por los distintos escenarios y contextos que lo rodean. La presente propuesta se constituye en relación a una doble dimensión: problematizar el cuerpo de las mujeres como un espacio de opresión, pero también como zona de memoria e íntima cotidianeidad.