César Holm: «Lo que estamos haciendo hoy en día [En fotografía] es todo menos fotografía»

FOTOCLICK #6 | César Holm

Por  @mardelcastillo

No son pocos los encuentros y desencuentros que hoy día vive la fotografía como medio expresivo, como arte o como lenguaje.  Digamos que todos los días, quienes investigamos y practicamos la fotografía nos levantamos con un nuevo debate sobre ésta o cual obra o éste u otro autor y sus posibilidades o interferencias con lo que pensamos o con nuestra particular filosofía de la fotografía.

En los últimos tiempos creo que se nos han ido demasiadas horas en pensar o el accionar la fotografía a partir de la obra ya terminada, del autor ya expuesto. Una vez las fotos sobre la pared cuestionamos y evaluamos el status de la fotografía contemporánea. Esto sucede en galerías, festivales, encuentros, bienales etc. Pero ¿Qué sucede antes?, ¿Cómo esas obras llegaron a esos múltiples desarrollos que vemos?. ¿Por qué tantos autores desenvuelven el lenguaje fotográfico de formas desconocidas y experimentales y otros apuestan a lo fijo, a la tradición, a lo ya visto?

Y al tratar de conseguir respuestas a estas cuestiones se subraya en mi pensamiento la palabra Educación.  ¿Cómo evaluar la fotografía contemporánea sin evaluar cómo se están educando los fotógrafos? ¿Qué referentes fotográficos, filosóficos y pedagógicos toman en cuenta las diversas escuelas, universidades o docentes independientes para abordar un nuevo estudiante?

Y sobre estas premisas, ¿Qué se está haciendo por la nueva educación fotográfica? Si la fotografía contemporánea está forzando las fronteras de lo fotográfico, si se están quebrando los paradigmas del lenguaje visual. ¿Qué está sucediendo con la formación?

Bajo este cielo encapotado y contaminado, me acerco a César Holm. Coordinador académico de la Aula del Centro, Especialización Fotográfica en Querétaro, una de las más interesantes apuestas por la nueva educación de fotógrafos en México. No sólo por su contenido, sino por su estructura pedagógica y de acercamiento del conocimiento a los autores bajo esquemas académicos y pedagógicos.

César, además de fotógrafo, es licenciado en educación artística a nivel superior, y lleva más de una década en la “urgente necesidad de trabajar en la educación del fotógrafo”  y ha estado involucrado y dictando cátedras en talleres, diplomados y seminarios en la Universidad Autónoma de México, el Instituto de Bellas Artes, el CENART y en diversas academias a lo largo de la república mexicana.

“parece un chiste pero tiene mucho de verdad.  Yo creo que ya hay muchos fotógrafos malos y yo,  la verdad, hubiera aumentado la lista”

En su formación como fotógrafo identificó una serie de carencias en los modelos de enseñanza que califica de  “Dislexia”  y que define como: “fotógrafos que dan clases y maestros que toman fotos” donde evidencia un cuestionamiento profundo sobre las posibilidades y limitaciones de la educación en la fotografía.

Cesar Holm
Fotografía de Marcel del Castillo

-Antes de profundizar en el modelo de fotografía y qué valores resaltar de ella dentro de la educación fotográfica . ¿Qué es para César Holm la fotografía contemporánea? . ¿De qué hablamos cuando hablamos de fotografía contemporánea?

Cuando nos referimos a lo contemporáneo, nos referimos a  todo lo que atiende a nuestro presente y a todas las generaciones que conciernen en ese presente y que van construyendo esa contemporaneidad.  

Cuando hablamos de fotografía contemporánea estamos hablando de una fotografía que se encarga de reflejar el presente que habitamos y no es solamente autoral. Sino todo tipo de registro que se produzca en este momento y que además cumpla con esta temporalidad, con indicarnos en qué momento preciso están sucediendo las cosas. Eso es a lo que llamamos nosotros Fotografía Contemporánea 

-Hoy día revisando algunos programas de enseñanza en escuelas de fotografía, cuyos valores están  inclinados más hacia el arte que la técnica,  resumo que existen tres soportes principales que, además son sustentados por teóricos, filósofos e investigadores.   Y  son: autor, tema , y la multidisciplinariedad.  En tu programa de formación haces énfasis en el Autor…

(Interrumpe)

…Tengo mi  diferencia con uno de los puntos que dices de la escuelas.  Creo que la mayor parte de la educación fotográfica en nuestro país y no solamente nuestro país sino de  todas las escuelas, se sustenta más bien en una plataforma técnica, realmente son muy pocas escuelas las que se concentran en el desarrollo del pensamiento y en la apreciación estética. Son contadas y en México la única plataforma que lo trajo como base piramidal fue el Centro de la imagen hace ya muchos años. De ahí hacia atrás o de ahí alrededor vas a darte cuenta que la mayor parte de las escuelas, la mayoría de los contenidos descansan sobre un manejo de cámara, descansan sobre el manejo técnico y  creo que ahí es donde está el problema porque además lo puedes ver en la Escuela Superior de Fotografía de Francia que siguen trabajando una licenciatura en cuatro años y de los cuales se necesitan, cuando menos, tres en desarrollo  técnico, entonces, la verdad que es algo que tenemos que replantear.  Si lo que queremos es tener muy buenos técnicos o gente que pueda producir significados de la fotografía.

-Volviendo al tema del autor, sabemos que es un punto que no ha dejado de perturbar a las artes y la filosofía. Platón Albert Lord, Foucault, Barthes, Sontag y un largo etcétera han entrompado el tema. Pero quiero traer a discusión aquella cita que hace Michael Foucault en el trabajo  ¿Qué es un autor? del De Viris Illustribus, de San Jerónimo: El autor se define entonces como un cierto nivel constante de valor; el autor se define entonces como un cierto campo de coherencia conceptual o teórica; el autor como unidad estilística; el autor es entonces momento histórico definido y punto de confluencia de un cierto número de acontecimientos

De alguna manera u otra esos conceptos de autor de la edad media han permeado hasta nuestros días. ¿Cuál de ellos, sino todos o ninguno está presente en el autor de foto contemporánea?

Seguramente siguen presentes, porque lo que no cambia es ésta labor, éste oficio de creación. Eso no va cambiar. Las definiciones que se lleguen a producir de un autor son identificaciones, son consecuencias de la propia práctica de producir,  porque el primer problema que vamos a tener nosotros hacia un intento por definir a un autor, es que éste no se puede producir, no hay manera, porque el arte es uno de los paradigmas más grandes que tenemos en la humanidad, no hay forma de definir una manera que podamos hacer de un individuo un productor de significados artísticos. O sea, ¿Cómo hacemos para establecer la conciencia de la creación a partir de la subjetividad  que representa el arte de un individuo?  Pues claro,  tenemos que replantearnos también pedagógicamente e institucionalmente que no hay forma de producir un artista, no hay una receta para producir un artista. Hay estrategias para acercar al individuo a una reflexión subjetiva entorno a su realidad, pero no hay manera de producir un artista y entonces todo el pensamiento que se ha desarrollado alrededor de la definición del artista ha sido un proceso de contemplación sobre el devenir o la consecuencia de producir, y entonces, está Foucault que se pregunta ¿Qué es un autor?,  y se pregunta si importa el que escribe y está  Roland Barthes  que nos dice que el autor debe morir y esta Walter Benjamin que nos dice que el autor tiene una función social  y tenemos a Susan Sontag que nos dice, si el autor sobre el estilo versa a partir de… Entonces, tenemos una serie de enunciados que se producen gracias a la consecuencia de producir y de identificar, que alguien está generando o resignificando el mundo. Ahí es donde, creo, está la situación más interesante.  Tratar de hacer una definición es más bien hacer una descripción de las consecuencias de lo que es producir .

-Desde tu actividad formativa ¿Cómo ves al autor?  Por ejemplo, ¿qué esperas que salga de un estudiante que ha pasado por tu diplomado?

Lo primero que identifico es que el trabajo más fuerte es acompañar al alumno hacia procesos de construcción de significados.  Eso es lo que yo le llamo producir.  Vengo de la semiótica y todo lo que acompaña mi trabajo tiene que ver con pensamiento complejo,  con  filosofía contemporánea, entonces, para mi no existe la musa, no existe la luminosidad.  Existe el proceso, el trabajo, la estructura de la metodología y desde esos panoramas lo que es indispensable en la formación de un artista o la formación de un individuo con pretensiones artísticas es: primero, establecer este diálogo complejo con su realidad, con su entorno y su percepción.  Lo que hace la fotografía como dispositivo es eso, nos hace ver y hablar.  Dialogar a través de la fotografía implica establecer una serie de traducciones simbólicas, sígnicas,  para decirle al mundo lo que, desde éste lugar que es el lugar de pertenencia, el propio cuerpo,  la forma en que uno percibe y se relaciona con el mundo. 

Creo que lo más difícil es justamente eso, hacer que el individuo identifique que tiene algo que decir, porque es sentirse importante y de que forma lo tiene que decir. Si eso tiene una categoría estética será interesante.  A mi me interesa en primera instancia el contenido, la definición del tema, la pretensión que se tiene con eso y  no determinar si esto va ser o no arte.  Pienso en la fotografía como un medio y no como un fin.

Cesar Holm
Fotografía de Marcel del Castillo

-Para Sontag la fotografía “no parece depender en exceso de las intensiones del artista más bien deben su existencia a una cooperación libre, mágica, accidental entre fotógrafo y tema”. ¿Cómo ves la importancia del tema hoy día en la fotografía contemporánea?

El tema es consecuencia.  La producción de una generación, de un grupo, de un movimiento se determina por su contexto.  Ya sea porque están registrando y avalando el contexto o están queriéndolo transformar.

La verdad es que los temas ni nos pertenecen, ni los creamos, ni mucho menos nos dejamos atravesar, porque son las circunstancias de nuestro tiempo y esa es la función del arte.  El arte tiene una función social que es el reflejo de una sociedad en tiempo y espacio,  entonce,s decimos que no nos gusta el arte contemporáneo, no..  lo que no nos gusta es el reflejo de nuestra sociedad que produce el arte contemporáneo.

A mi me preocupan mucho los temas.  El tema lo es todo. Puedo quedarme a ver un autor o no si el tema está definido, si el tema está elaborad,o porque lo más importante en la formación de un autor son los temas.

-La fotografía en el siglo XXI se enfrenta a la millonaria producción de imágenes, pero es indirectamente proporcional a los temas, ¿Qué excesos identificas hoy día al abordar los temas en la producción de los autores?.

 Desde hace ya casi 50 años que estamos trabajando una constante que es el intimismo, lo personal, los procesos personales y hemos tenido en los últimos años quizá un abuso de este género en donde ya prácticamente la producción se convierte como un diván terapéutico.  Me parece muy particular ver como muchos productores se centran en hablar en si mismos, de sus crisis, en sus convulsiones emocionales, tratando de hacer catarsis.  Pero tenemos que entender como opera la sociedad y como se deja afectar por el pensamiento, por las situaciones y por el contexto.  

Y si hemos pensado que ya superamos la posmodernidad pues la prueba está con esto en que no, que justamente la posmodernidad tuvo esta afectación en las prácticas artísticas, particularmente en la fotografía, y que hoy en día no es que no podamos superar el tema, no podemos superar el trastorno que produjo la posmodernidad, y entonces, hoy en día tenemos un montón de proyectos que solamente hablan de los autores y nos dejan muy claro, que ellos hablan de los autores porque no pueden ver más allá de ellos.  Lo que yo pido en una clase es que dejen de hablar de si mismos, que se fijen en el prójimo y que si van a ponerse en un lugar para hablar que no sea desde ellos, que sea desde algo y que en dado caso pongan el cuerpo para que yo me identifique con ese cuerpo, pero a mi no me interesan los temas personales, la vida privada de nadie y creo que los autores tienen que dejar de verse al espejo y dejar de producir estas series que son culto a la personalidad, para empezar a hablar del otro y empezar a revisar cuál es nuestra posición como ciudadanos, cuál es nuestra posición como hombres, cuál es nuestra posición como hijos, qué estamos viviendo en relación a un sistema económico, a un sistema geográfico, problemas tan sensibles como la migración, la violencia, ¡lo que quieras! hay tantas cosas alrededor que hacen falta enunciarse y elaborarse,  que hablar de mi depresión se convierte en algo completamente banal y ridículo.

-¿Cómo valoras la investigación dentro de este proceso de abordar los temas? Wilson Prada, investigador venezolano, define la investigación como aquella que te “dirige de manera inconsciente a la formación de la autoría”

La investigación es como la educación, si no la tienes se nota. La práctica autoral es levantar la mano y decir: Oigan yo tengo algo que decir. Por fortuna ya estamos en otro tiempo, ya no estamos en tiempos de la versión romántica, de que lo que yo produzca hablará por mi y me voy.   No.  Hoy en día te pido que te quedes al lado de tu pieza porque voy a dialogar con tu pieza y contigo y lo que me interesa es lo que tu pieza produce. Entonces, la investigación es algo que se tiene que elaborar porque desde ahí se sostiene todo y justo si tenemos autores que  están solamente contemplando su reflejo en el proceso más narcisista, más edonista, egoist, pues, es porque si le preguntas seguramente de otra cosa, no han definido posturas políticas, dogmáticas, económicas o educativas.  Creo que desde ahí se contempla esta debilidad de contenido y que huele a miedo, además,  apesta a miedo, no voy hablar, no voy a meterme en donde no esté seguro, de lo único que puedo hablar es de mi.  Hoy día, lamentablemente, la investigación no es algo que se produzca con rigor, que se produzca obligatoriamente, y además no se exige.  Con un público lego, con instituciones acéfalas que además tampoco tiene las personas adecuadas, entonces, el autor que no es un investigador, es el  tuerto en una ciudad de ciegos. Y cuando alguien le pregunte, se siente agredido.  

La verdad es que tenemos un problema, pero justo lo que a mi interesa de una producción es todo lo que esa producción como tal puede generar en términos de diálogo, en términos de debate, en términos de reflexión.  La medida de una pieza,  es la medida del conocimiento de quien la refiere pero también del espectador. Hoy en día me parece indispensable que el artista piense que cada vez que expone, se expone. Y que cada vez que coloca una pieza en un catálogo, en un libro, en una red o en una página, se esta arriesgando a que ese contenido, esa investigación la van a medir con lo que yo se, con lo que tú has leído, con lo que tú has vivido,  lo que creemos y lo que pensamos los demás. La investigación es un proceso bien delicado.  Imagínate el grado de dificultad, cuando un autor no puede escribir, cuando un autor no es capaz de establecer un Statement, cuando el Statement se le va al cuello o que dice una cosa y presenta otra y cuando le preguntas formalmente termina siendo tercera versión del proyecto.  La investigación te da el poder sintáctico, te da todo, te puedes apoyar con la investigación en todos los campos reflexivos que requieras: el ontológico, el epistémico, el semántico. ¡Por dios! la fotografía es una de las disciplinas que más se ha escrito.  La historia del arte es la historia de las artes visuales, entonces,  si hay tanta reflexión, inclusive en las artes visuales, la fotografía es quien más pensadores tiene. No es posible que se avienten, que tomen el riesgo de producir sin investigar. Eso es negligencia.

Cesar Holm
Fotografía de Marcel del Castillo

-Es esa importancia en la investigación la que me lleva al tercer punto, que son las formas de ejecución, de representación y de presentación de la fotografía en la actualidad. Llamemosle campo expandido, postfotografía, mutidisciplinariedad, fotografía líquida, convergencia de medios ¿a qué rangos expresivos y representativos ha llegado la fotografía contemporánea y porqué ?

La fotografía contemporánea en términos generales ha sido muy inteligente. Si tu ves la fotografía de 1950 en Alemania te vas a dar cuenta que ahorita podría pasar por Jumex (Museo de arte contemporáneo) o por Tamayo (Museo) y tu ni te enterarías que esa pieza tiene 60 años.

Lo que es muy interesante cuando se presentan nuevas plataformas, cuando hay cambios de paradigma, es de qué forma se afectan los procesos  más elementales de la producción que son dos:  la representación y la narratividad.  Los temas van a ser los mismos siempre. La humanidad en términos reflexivos se concentra en tres campos: cuerpo, tiempo y espacio. De ahí agarra lo que quieras y lo que tú propongas siempre va a estar afectado en un campo o en otro o en otro, inclusive de forma transversal.  Hoy en día ya no estamos en la parte multidisciplinaria ni  la interdisciplinaria, eso quedó hace muchísimos años. Hoy estamos en otro proceso, estamos en la parte transdisciplinar y si no podemos comprender eso, la verdad es que vamos a establecer un rezago tremendísimo.  La tecnología está marcando el timing, está  poniendo el paso, y si tú no observas lo que eso afecta, como se representa y otras formas de narrarlo, entonces, tú no estas haciendo una fotografía contemporánea, estas repitiendo clichés, esta apegándote a procesos que no obedecen a tu tiempo. Ese es el riesgo que se tiene.  Y bueno, cuando se habla hoy en día de post-fotografía, cuando se inician ciclos que parecen cada vez más vertiginosos, uno tiene que voltear hacia atrás y decir, bueno, qué pendientes nos quedan. No logramos definir la fotografía en un sistema analógico cuando ya estamos inmersos en otra cosa, y hoy en día tenemos que llamarlo de otra forma porque lo que estamos haciendo hoy en día pues es todo menos fotografía.  Hay gente que ya lo estuvo avisando, José Luis Brea lo advirtió en buen momento y Didi Huberman también estaba muy preocupado al respecto. Hay muchos pensadores que lo pronosticaban, que ya lo vaticinaban. La obligación que tenemos es estarnos renovando en términos no de la tecnología sino de nuestra sociedad, de nuestros acontecimientos, ser  vigentes para entonces establecer estas producciones, que si se inscriban en este tiempo, sean las representativas de este tiempo .

-Acabas de incorporar un punto importante, la tecnología. ¿Crees en la tecnología como un facilitador de procesos o cómo factor de transformación de paradigmas dentro de la fotografía?  

En la tecnología hay una trampa, sobre todo cuando la entendemos como un aparato de comercio,. Que esas facilidades y comodidad que nos proporciona puede ser bastante engañosa y que debemos ser responsables de que el tiempo de la tecnología no debe estar marcando nuestro tiempo de reflexión, no podemos tener teléfonos más inteligentes que nosotros, no podemos permitirnos ese insulto a la humanidad, a nosotros mismos.  Que una cámara haga las cosas más sencillas, el beneficio es que yo tendría que estar pensando ya en otras cosas, en mis contenidos, mis temas, mis intenciones tendrían que estar muy adelantadas al hecho , porque ya no me distraigo con una placa, con un revelador, no me distraigo con nada de eso. Si el dispositivo ha evolucionado debo tener tiempo para ir y venir en términos reflexivos, en términos de contenido, en términos de impacto, y eso, me parece,  no está sucediendo.  Yo no soy un romántico de lo analógico pero tampoco me deslumbra la tecnología, todo lo contrario, la veo con mucho respeto y además tenemos que reconocer que es  inherente a la fotografía, que ya sabemos que podemos hacer una línea del tiempo acerca de la historia de la fotografía solamente a partir de la industria. Pero que hoy en día esa tecnología nos esta dejando muy atrás, muy muy atrás y quizás eso es lo peligroso. Que la única forma  que tenemos de compensar ésta avanzada que trae la tecnología es trabajando, desde ya, estos territorios que nos está desprotegiendo.

 

Cesar Holm
Fotografía de Marcel del Castillo

César posee un visión muy crítica sobre nuestro presente en el arte. Y sobre la fotografía dentro del arte.  En este concebirse, en esta práctica, en esta disciplina ya se ha pagado suficiente piso  en lo que se refiere a la historia del arte como para tener que estar todavía pensando si lo que estamos haciendo es o no es arte.” Los títulos de sus seminarios y talleres como: Los Procesos del Camaleón, Estética del Voyeur, Bajo la Mirada de Polifemo, Tácticas Contra el Olvido, La narratividad para Fotografía, El Arte como Acto de fé, La Fotografía como Práctica Docente, Epistemología como Antesala de Proyecto e Introducción Reflexiva al espacio, entre otros, dan cuenta de una profunda reflexión del hecho fotográfico, el arte y la vida, que ha canalizado abiertamente en la enseñanza de nuevas generaciones de productores. 

-Tienes un trabajo tremendo para fomentar la educación de lo fotográfico en México. ¿Cómo evalúas hoy en día la formación intelectual del fotógrafo, el estado de la educación y el déficit de escuelas y educadores especializados? 

Hay un punto que me interesa y trabajamos mucho en el Aula del Centro,  forma parte de nuestras premisas: la formación del público.  El hecho de que la gente vea las fotografías en Instagram no implica que entiendan las imágenes, no nos dice nada, porque otra vez la tecnología nos propone algo que no estamos a la altura de la circunstancia.  Los fotógrafos, educadores o cualquiera que esté en este medio tenemos la obligación de generar público todo el tiempo, ésa es la premisa inicial.

La segunda es la actualización y capacitación de fotógrafos en activo. Fotógrafo que no está capacitándose, fotógrafo que no está leyendo, fotógrafo que no está tomando diplomado, que no está actualizando, es un fotógrafo que se queda. Además, de que justo la formación del fotógrafo siempre es de dudosa procedencia.  Preguntamos ¿eres fotógrafo ? Si ¿y que estudiaste ? Comunicación.  No.  Es que la comunicación es una cosa y la fotografía es otra. Sí tienen que ver, pero por ser comunicador no tienes como default a la fotografía ¿Eres Fotógrafo ? Si ¿y que estudiaste ? Diseño.  Los diseñadores no son fotógrafos, los comunicadores no son fotógrafos y así puedo irme  y eso que son disciplinas cercanas.  Imagínate los que no. Por eso lo que tenemos que hacer es trabajar por acortar, por terminar con estas distancias en término de lo que tenemos que pensar sobre la imagen.

Y bueno, mi tercer propósito como trabajo, es la formación de un perfil docente.  Eso me preocupa muchísimo. Que no tengamos los docentes que la disciplina, que el contexto requiere, que nos está demandando, no los tenemos, no los hay.  Los fotógrafos que hacen fotografía que son muy buenos, no son garantía en un aula, porque estamos hablando de cosas diferentes, otra vez. La pedagogía merece respeto, es un trabajo arduo que requiere tener conocimiento. No obstante, la pedagogía si es una licenciatura nada más. Tenemos a una gente dedicándose a tallercitos que parece que están hueseando. Porque no les salió el proyecto o mientras espera otra cosa se ganan tres pesos dictando tallercitos, me parece que es una práctica  bastante peligrosa, porque imagínate que alguien de esas personas que no tiene la formación ni la ética  para estar frente a un grupo, desencante a una persona, la experiencia que le brinda sobre la disciplina no sea la adecuada, esa persona va estar sometida  e instaurada en el error porque, además, se lo dijo alguien que toma fotografías.  Ahí tenemos una responsabilidad tremenda los que estamos en la parte de educación, y cuando hablamos de educación es eso, el diseño de programas, de metodologías, de acompañamiento, de todo lo que implica la formación, la educación, la pedagogía, todas las problemáticas que se producen en un aula. Yo creo que en ese sentido es indispensable, así como estás formando público, formar restauradores, críticos, museógrafos, curadores, necesitamos docentes investigadores. No necesitamos más fotógrafos, te lo repito ya tenemos muchos muy malos. ¿Sabes cuánta memoria tenemos en este país en archivo, en acervo? y ¿Sabes cuántos restauradores especializados en fotografía existen? Estamos viendo unas instituciones que no reconocen las urgencias del patrimonio. Tenemos a directores  representantes de espacios fotográficos que no guardan ni la mínima dimensión de la disciplina. O de una comunidad maestros y alumnos que también, que por comprar su cámara pues ya están ahí tomando fotografías y lo único que quieren es que  se vean muy grandes  en su muro.

Otro daño que tiene la educación, también, es que los talleres siempre van acompañados de una exposición. Perdóname, pero yo creo que una sala, que una pared merece respeto y que para que tú llegues a un muro tuviste que haber trabajado, si tú me pagas un curso, yo no soy tu boleto a la experiencia de artista. Si tú me pagas un curso vas a aprender ¿Y si funciona lo que haces?  ¿Y si vale la pena? no me vas a necesitar a mi.  Tu pieza va llegar a muro.  Pero cuando ofertamos talleres que van implícitas las exposiciones estamos metiendo a la sala a un montón de gente que no están produciendo, por supuesto, ¿Quién va querer ir a ver esas porquerías?  Por eso la gente no va a los museos, porque si cualquiera puede ponerse ahí porque pagó, porque tomó un curso, es muy sencillo sentirse productor, sentirse creador, sentirse artista. Yo creó que son cosas que tenemos que cuidar, para mi son esas tres cosas las que más me preocupan y son quizás las que me he abocado durante los años que llevo trabajando en esto.

Cesar Holm
Fotografía de Marcel del Castillo

 

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