El desprecio a la fotografía venezolana

EL Centro Nacional de la Fotografia de Venezuela (CENAF). No sólo no crea, realiza, produce y apoya, espacios de discusión, difusión e investigación de la fotografía en Venezuela, más allá de talleres básicos, mejor explicados en un tutorial de youtube o paseítos fotográficos, como si fueran operadores turísticos de Jají. Sino que emite una convocatoria, tan pobre y mediocre, dirigida a los fotógrafos, a los que no apoya ni fortalece con dinámicas culturales propias de una institución del siglo XXI.
Me refiero a la Convocatoria que ha circulado por sus medios: «El Cenaf convoca a tod@s los fotógraf@s que quieran formar parte de nuestra base de datos a traer copia de sus trabajos ( fotos, resumen curricular, material de exposiciones, referencias hemerográficas) para la creación de los expedientes fotográficos consultables, como parte de las acciones para preservar la memoria fotográfica del país.»
Una convocatoria lejana de argumentos de memoria, archivo y estructura conceptual. «A los que quieran formar parte». Desprovisto de cualquier programa de conservación. Con un desconocimiento rutilante del quehacer fotográfico del país. 
Una convocatoria para hacerse de un material de forma completamente gratuita. Y cuando hablo de gratuidad, no sólo es que no pague por esos portafolios un monto acorde, si no que ni siquiera lo ha pagado en especies, entiéndase, con educación, promoción, difusión, realización de encuentros, bienales, visionados o publicación a la comunidad fotográfica del país a nivel nacional e internacional.
 
¿Sabrá el CENAF el costo de un portafolio fotográfico en la Venezuela de hoy? ¿Sabrá el CENAF la falta de educación que existe en nuestra comunidad para la elaboración de un portafolio? ¿Sabrá el CENAF que no ha hecho nada al respecto? ¿Sabrá el CENAF qué, cómo y dónde se desarrolla la fotografía contemporánea en Venezuela? ¿Qué temas aborda, cómo es realizada y que espacios de difusión reales consigue en Venezuela? ¿Sabrá el CENAF algo de fotografía que no sea su «Dimensión descolonizadora»? ¿Hay alguna investigación que soporte tal slogan panfletario? ¿Sabrá el CENAF de qué viven los fotógrafos dedicados exclusivamente a la fotografía como arte, estudio, gestión e investigación? ¿Sabrá el CENAF lo que cuesta una educación especializada en fotografía en Venezuela?  ¿Sabrá el CENAF que no gestiona ante museos o galerías espacios para la difusión de la fotografía? ¿Sabrá el CENAF que no realiza ningún tipo de convocatoria para apoyar la producción de proyectos o eventos, exhibición, revisión o publicación de proyectos fotográficos? ¿Sabrá el CENAF que si realiza algún tipo de actividad esta se circunscribe a su mundo interno, que nadie fuera de éste sabe qué, cómo y cuándo hace algo? ¿Sabrá el CENAF la tipificación de desprecio hacia el trabajo de los fotógrafos venezolanos al desvalorizar sus obras e ideas y pedirles que las junte y se las regale sin ningún tipo de argumento, más allá del que todo el mundo lleve sus fotos y construir una memoria de qué?
Porque si es para ver qué se hace en Venezuela en fotografía sin ningún tipo de criterio con escribir el hashtag #Venezuela en Instagram, ya la tienes.  Pero si quieres saber de qué se está hablando, que ideas se están expresando mediante el lenguaje fotográfico, cómo se están elaborando los proyectos, qué discursos se manejan, qué se está cuestionando de la fotografía etc, no es con una convocatoria así que puede lograrlo. Esta convocatoria suena a «Recojan los dibujos de los niños de sexto grado que los vamos a pegar en la cartelera de la escuela»
Tuve el valor de escribirles para solicitarles más información, y la respuesta fue más vacía que la convocatoria, repite los requisitos y ya. Sin valoraciones ni explicaciones de objetivos, usos, como se va a conservar etc.
Y le pregunto a la comunidad o las comunidades fotográficas.  ¿Es ése el archivo que queremos que quede de la producción fotográfica de Venezuela? ¿Sin bases conceptuales, sin conservación, sin objetivos claros, sin un proceso de investigación?
 
No me extraña que algunos preocupados por su «trascendencia» caigan en semejante acto de desprecio al trabajo fotográfico de una comunidad que se ha levantado de forma independiente, lo cual celebro, quizá el único mérito del CENAF es que ha forzado que casi la totalidad de la actividad fotográfica del país sea de carácter independiente, autogestionada y forjadora de ideas, investigaciones y gestión realizada por los propios fotógrafos.
Que especifiquen su convocatoria a los fotógrafos de la misma institución y sus alrededores y la llamen «Construcción de memoria de la Venezuela potencia» y listo. La tienen.  O, si se animan: escuchar a la comunidad, abrir una serie de diálogos en torno a la memoria fotográfica del país y cómo esta debe ser creada y resguardada, generar una investigación, conseguir los recursos para que el CENAF pueda adquirir una colección importante de la fotografía contemporánea en Venezuela, para crear una memoria con soportes y argumentos históricos, artísticos y además se apoye a los autores para que podemos seguir produciendo imágenes.