La fotografía es ruina -el manifiesto en la obra de Zahara Gómez-
Todavía estamos estrechamente relacionados a la naturaleza externa
y aún tomamos de ellas nuestras formas. La cuestión está en cómo hacerlo,
es decir, hasta dónde ha de llegar nuestra libertad en la transformación
de estas formas y con qué colores pueden combinarse.
W. Kandinsky
I
Las ruinas son una fuente de atracción natural para el ser humano. Contemplar el vestigio de algo que nos antecede despierta nuestra capacidad de asombro. Descubrirnos como ese ente que ha sobrevivido a la debacle de un tiempo pasado nos dota de valor y refuerza la idea de la supremacía humana.
La fotografía ha nacido para ser ruina. Para contemplarse en un tiempo futuro y dar cuenta de lo que sucede o de lo que fue, o de lo que yo he sido. Así se entiende la fotografía de Zahara Gómez, una autora que proviene del deseo de pertenecer al mundo del periodismo pero que ha llegado, a través de la obra personal a la reflexión de la ruina en el cuerpo, de la decadencia en la historia o de la reminiscencia de la violencia humana.
Con 15 años quería ser fotógrafa de guerra, convencida de que una foto podía cambiar la opinión pública. Habitada por las mitologías de Capa, Koudelka, Bresson, Abbas. Después tardé años en empezar realmente a hacer foto. Trabajé en la agencia Magnum, aprendí mucho pero también me frenó mucho en cuanto a mi producción, salí de ahí convencida de que no iba a ser fotógrafa. Trabajé en teatro, cine, ilustración y cocina.

Zahara Gómez habita el mundo, su obra lo hace manifiesto. Se hace rodear de la naturaleza que aún emerge entre la urbanidad desordenada que nos ahoga lentamente. Actúa sigilosamente, indagando entre diversas manifestaciones del arte y de la historia, a su objeto fotográfico. Ensaya, prueba, fotografía, colecciona. Nos muestra sus piezas.
En Natura, ha decidido hablar de la decadencia de la todopoderosa Europa, utilizando al zoológico como ese reflejo de lo que deviene. Es el retrato de la cautividad que, en pro de la ciencia natural y de la preservación, se pervierte hasta volverse por un lado el cementerio del mundo vivo en su entorno natural y por otro lado en un espacio de comercio que sobrevive tomando lo mejor del mundo artificial y lucrativo.
…los lugares que me rodean son varios y alejados entre si: España por donde aprendí a caminar y a jugar en la calle, con los primeros amigos del barrio que siguen estando. Argentina por cultura y cercanía con la familia, por una historia que si bien no me pertenece por vivida, me pertenece por contada, compartida y reconocida. Francia, Paris por las amistades de adolescencia, de caminar la ciudad por las noches, por estudiar y aprender a reflexionar desde la cultura francesa.

II
En su origen la palabra ‘vestigio’ hacía referencia a la marca que dejan las pisadas sobre la tierra, a la huella humana en su sentido más literal. Posteriormente se relacionó más con el recuerdo, también con la evidencia. El vestigio como la prueba certera de algo que pasó. Como la habitación de un hotel que ha sido destruido por la acción humana. Y por el abandono. Eso podemos ver en La playa, una serie de Zahara Gómez sobre Ciudad Juárez en su estado natural. Un estudio de la ruina social.
La ruina es parte material del vestigio. La ruina pone en evidencia el acto sucedido. En el cuerpo la ruina es cicatriz, es marca, es transformación estética. En el paisaje la ruina es testimonio, es construcción, es material tangible. Para la historia la ruina es estudio, es fuente de investigación, es documento angular.
...un simple dibujo se convierte en simple huella, tal vez el ser humano también lo es o estamos en camino. Somos huellas de nosotros mismos o de lo que imaginamos que somos. Reflexionar sobre la farsa, escenificación que somos para entonces empezar a ver las hendiduras, las imperfecciones, los huecos por donde romperlas…

La fotografía de Zahara Gómez retoma la idea del recuerdo como creador del conocimiento, siguiendo los pasos de Platón, quien explicaba que conocer es recordar, acto al que nombró anamnesia, y que en nuestros días se conoce como reminiscencia. De esa forma la autora descubre para el espectador el recuerdo que necesita. El recuerdo que hace que desde el interior del alma se descubra la verdad.
Zahara ha crecido entre la evidencia. Ante el testimonio de mujeres que vivieron la desaparición de su hijos, las Madres de la Plaza de Mayo, quienes en Argentina se organizaron para recuperar con vida a los detenidos desaparecidos durante la dictadura de Jorge Rafael Videla. Entre las heridas de las desapariciones forzadas en su paso por Guatemala, Colombia y México. Con la herencia familiar del periodismo y la ausencia/desaparición.
…creo que trabajo sobre temas que me sobre pasan, que no entiendo ni comprendo y que no soy capaz (o no quiero) aceptar (emocionalmente hablando). Que el hecho de trabajar en ello, me permite desdibujar un entendimiento, crear un “orden”a lo inentendible, ver que hay luz aún en los lugares más oscuros.
En este momento la autora ha emprendido una travesía bajo el nombre de Reminiscencias, una obra fotográfica con un enfoque forense que inicia con el estudio del cuerpo, o con lo que queda de él. Es un trabajo que investiga en los recuerdos y en el presente de la desaparición forzada en Latinoamérica. Una obra que reúne la historia con el arte y la fotografía, estudiando los efectos de la violencia generalizada sobre el paisaje.
Utiliza, una vez más, a la fotografía como el pretexto para observar las huellas. Nos presenta un diálogo entre imágenes, una diálogo donde la realidad se supera, un diálogo entre paisaje vivo y paisaje que ha perecido. En ese diálogo también hay evidencia de la búsqueda. De esa acción humana que persiste en el acto de encontrar a quien se extraña.
…la sociedad civil se ha organizado; han sido grupos mayoritariamente de mujeres (madres, hermanas, esposas, hijas) quienes han decidido recorrer los territorios en donde han localizado numerosas fosas clandestinas. Ese andar es un acto subversivo que se da frente al mecanismo de control de la desaparición, el cual se agudiza frente a la indeterminación física de no hallar los restos.

III
La fotografía es parte material del recuerdo.
Creo que la fotografía es ensimisma un vestigio. Vestigio de una idea, de un momento, un detenimiento de algo que ya no es. Es ruina por ella sola.
Zahara Gómez nos entrega su obra para desenterrar el olvido. Hace material su compromiso político, poético y social. Comparte con el espectador su proceso, el duelo, el dolor, el recuerdo de quienes, a su vez, lo han compartido con ella en esta travesía. Hace de la fotografía la ruina a contemplar.