Alejandro Cartagena «Cuando un fotógrafo hace una foto de una ciudad, me parece que está haciendo preguntas»
FOTOCLICK #2 | Alejandro Cartagena
Por Marcel del Castillo @mardelcastillo
México es un país con marcadas diferencias sociales que saltan a la vista apenas uno pisa esta tierra. Nada diferente a nuestro entorno latinoamericano, pero ciertamente con profundas raíces en la sangre de los mexicanos. El cine, la literatura y las artes contemporáneas en general son voceros incesantes de esta realidad.
Cada fotógrafo que ha pasado por México desde el tardío siglo XIX a la actualidad, no pudo cerrar la mirada a lo que sucedía y sucede. Claude-Joseph-Désiré Charnay, Tina Modotti, Edward Weston, Robert Cappa, Katy Horna, Henri Cartier-Bresson, Leo Matiz y los nacionales Manuel Álvarez Bravo, Graciela Iturbide y más recientemente Aristeo Jiménez entre muchos otros; han narrado con imágenes ese México de contrastes, de capas indisolubles.
Alejandro Cartagena, nacido en República Dominicana, de madre mexicana, creció en la industrial ciudad de Monterrey, al norte de México. Es un joven fotógrafo que en los últimos años ha llamado la atención del mundo de la imagen con dos proyectos fotográficos que hurgan en la modernidad de la sociedad mexicana y el brote de inconsistencias sociales que tienen vieja historia, pero nuevos elementos.
En su proyecto, Suburbia mexicana, Cartagena hunde el dedo en el desproporcionado crecimiento urbano en la periferia metropolitana de la ciudad de Monterrey. Su investigación visual detalla las esperanzas, la política y el derroche de una nueva prosperidad desligada de futuro y de planificación urbana.
“Lo que he observado es un predominio del poder imponiéndose sobre la funcionalidad. Por eso, es que los suburbios mexicanos son simbólicos; porque representan corrupción, falta de estándares en planeación y obsesiones personales”.
Luego de este trabajo, Cartagena ha dedicado los últimos dos años a desarrollar y presentar su proyecto Carpoolers, que narra, mediante fotografías cenitales sobre la carretera y tomadas desde un puente, el paso de camiones y camionetas donde se pueden ver a los trabajadores (jardineros, limpiadores de piscinas, obreros, etc.) que buscan la forma de ir de un lugar a otro en la ciudad para poder trabajar. Esta serie es una consecuencia, una respuesta, o muchas más preguntas a su proyecto anterior Suburbia mexicana. Lo cierto es que este fotógrafo ha llevado su investigación por un camino estético de producción y exhibición que ha sido reconocido en amplios espacios de la fotografía internacional.
Conversamos con él en su casa en Monterrey sobre los procesos creativos, los medios de exhibición, lo editorial, en fin, sobre fotografía y todas las vías de expresión que en ella conviven.
¿ Cómo ubicas tu fotografía dentro de la imagen contemporánea mexicana?
Es como una fotografía de lo que se ha llamado como un nuevo documentalismo, en el sentido de que es un esfuerzo tanto de hacer un trabajo de investigación y fotográfico, un tema recurrente en la foto mexicana como en la internacional, de ¿qué es la ciudad?.
No es una foto que posee un estilo de reportaje o de foto documentalismo tradicional, de “momentos decisivos” , sino mas bien son como series fotográficas mucho más estructuradas en cuanto al estilo que se va a usar y precisamente tratando que ese estilo sea neutral; que sea el tema mismo que hable más que lo estético o la técnica.
Mi labor no es que se sienta el fotógrafo, si no que se sienta el tema en la imagen fotográfica. Entonces tal vez por ahí pueda ubicar mi fotografía en ese nuevo documentalismo.
Dentro del nuevo documentalismo tienes alguna influencia, digamos, histórica o contemporánea de América Latina o internacional ?
Me nutro de muchísimas cosas de otros fotógrafos; en especial las maneras de pensar.
Me vi influenciado por fotógrafos americanos y europeos que planteaban una documentación más contemplativa o lírica en vez de imágenes de choque. Es decir, esos fotógrafos plantearon una manera más callada de enfrentarse a los temas, no tan agresiva, no tan estilística, sino mas bien hacerte hacia atrás, contemplar y presentar lo que se esta tratando.
Stephen Shore , Paul Graham , Robert Adams; esos son como los tres que me interesan la manera en que piensan y obviamente, si, desde hace 5 o 6 años he estado muy influenciado con la idea de como se puede plantear la obra a partir de un libro fotográfico. Entonces, pensar la obra como libro también te lleva a generar y a editar de manera diferente.
Mi investigación se nutre además de literatura de los temas que trato, como por ejemplo; teoría urbana, textos sobre el crecimiento urbano, la sobrepoblación. En fin, sobre los temas personales que me interesan.
…Que son influencias que complementan la fotografía; como el cine, la literatura..
Si, mas que nada el cine, y como te digo, teorías urbanas, ideas sobre los estudios visuales y el porque de lo que pensamos sobre lo que ves.
Si creo que mi trabajo es como muy de observación, literalmente. No solamente es fotografiar sino estar observando y preguntando. Como muy meditativa, en el sentido de que la mayor parte del trabajo es a partir de salir a la calle y observar…
… a ver que sucede…
Exacto.
Dentro de ese nuevo documentalismo en la fotografía mexicana, ¿qué actores identificas?
Me viene a la mente Pablo López y José Luis Cuevas del DF, también Javier Ramírez Limón e Ivonne Venegas de Tijuana.
¿Y cómo defines el trabajo de ellos dentro de esta corriente ?
En el esfuerzo, no solamente de documentar, si no de narrar con una visión muy personal el tema que están tratando de elaborar. Y al mismo tiempo, también, un estilo fotográfico que le permite una voz mas fuerte al tema que al estilo del autor.
Alejandro es un administrador de profesión, que se especializó en arte visuales después de descubrir en la fotografía un modo de expresarse. Su apego y crecimiento por este arte viene acompañado de su paso por la fototeca de monterrey, institución en la que vivió por varios años como un ratón de laboratorio, aprendiendo y experimentando con todos lo procesos que involucran a la fotografía como profesión y oficio. Archivo, conservación, montaje, digitalización, procesos de laboratorio, curadurías, editorial, textos etc. Además de ser cautivado por las imágenes históricas que le abrieron los ojos al tema urbano, de la identidad y específicamente al crecimiento demográfico y descontrolado de la ciudad.
Fotógrafo de foco preciso, calibrado, ordenado, observador y muy trabajador. Lo demuestra los muchos años trabajando el tema social y urbano desde distintas estéticas y puntos de vista, tratando de conseguir respuestas o denunciar lo que pasa. Cada serie es una narrativa de historias, que a su vez calzan en una gran historia que puede reunir toda su investigación fotográfica con el paso de los años.
No se lanza al ruedo sin antes investigar, analizar, buscar la técnica, la estética adecuada para contar su historia. Se sale de los convencionalismos del documentalismo tradicional, para abordar estéticas ligadas más al arte contemporáneo, donde el tema y el concepto predominan.
En su estudio, repleto de imágenes en la pared de lo que posiblemente será su próximo libro, y acompañados por una extensa biblioteca de foto libros, abordamos con Alejandro el proyecto por el cual hemos llegado a él: carpoolers. Proyecto fotográfico que muestra la problemática del transporte en la ciudad de monterrey desde una perspectiva diferenciadora y reveladora.
Según sus palabras: “carpoolers es un proyecto que sigue mi investigación visual sobre cómo los suburbios mexicanos afectan el paisaje, la ciudad y sus habitantes. He estado fotografiando el proyecto durante un año en la carretera 85, en dirección al sur con destino a una de las ciudades más ricas de américa latina, san pedro garza garcía, una de las nueve ciudades que conforman el área metropolitana de monterrey”
¿ Cómo aparece Carpoolers ?
Carpoolers es la consecuencia de otros trabajos, o sea, no es algo que se dio de la nada, sino es como una germinación de diferentes esfuerzos tanto investigativos como de producción. Definitivamente viene como un complemento al trabajo de Suburbia mexicana. Un proyecto que había hecho antes sobre el crecimiento urbano y las consecuencias no intencionadas de ese crecimiento, y justamente es eso para mi Carpoolers; es la representación de uno de los problemas que viene con un crecimiento desmedido de la ciudad, donde la gente tiene que encontrar maneras de como sobrevivir este sueño americano de tener una casa propia en la periferia.
Visualmente es muy intrigante, me parece a mi. Porque se conecta con el crecimiento urbano y de repente estas imágenes tratan de responder preguntas. Es decir, cuando un fotógrafo hace una foto de una ciudad gigante me parece que esta haciendo preguntas; y ¿qué va pasar con esto ? ¿cómo vamos a sobrevivir esto ? ¿cómo va ser el tráfico ? ¿cómo vamos a viajar ? ¿cómo vamos a ir por la comida ? no se, son muchas preguntas y para mi Carpoolers tiene una injerencia en el mundo de la fotografía precisamente por eso, porque es como una respuesta clara, tanto conceptual como visual, a estas preguntas que se han venido haciendo desde hace mucho tiempo por los fotógrafos. Desde Suburbia mexicana traté de que fuera un diálogo con imágenes de la historia.
En los setentas el grupo que lo llamaban; New topographics, planteaban fotos de paisajes alterados por el hombre, por el ser humano y me parecía a mi que hacían preguntas de ¿qué va pasar con el agua de estas nuevas ciudades?, ¿qué va pasar con la basura ?, ¿qué va pasar con el centro?, ¿qué se va a dejar atrás cuando crecemos hacia la periferia?; y Suburbia mexicana fue una investigación de: ¡vamos a ver el centro de Monterrey a ver ¿cómo esta? !. Y estaba en decadencia, porque crecía era la periferia. Entonces vamos a ver cómo están los ríos, cómo les están tratando de llevar agua a estas nuevas casas.
No son casualidades, mas bien es como un ping pong con la historia. De ver la historia de la fotografía y encontrar los huecos o las conversaciones que puedes establecer con prácticas fotográficas que ya están bien arraigadas.
A la hora de enfrentar tu proceso creativo y de producción, ¿Carpoolers ha sido diferente a otros proyectos?
De manera práctica si fue diferente, porque fue el primer trabajo que hice como digital. Todos los proyectos que había hecho hasta ese momento eran con placa medio formato 35 mm.
Me aventé a hacerlo digital por cuestiones de la necesidad de encontrar la imagen que yo quería en ese momento, estamos hablando que los carros iban rápido, entonces, si yo tomaba la foto a una velocidad y si no podía verificar que esa era la velocidad correcta todos los carros iban a salir mal. No se que hubiera pasado si no existiera la fotografía digital para hacer ese proyecto, me hubiera tardado tres años en vez de un año. En ese sentido la fotografía digital fue muy específica y muy necesaria para desarrollar esa parte.
Conceptualmente, pues, el tema es de algo que ya estaba explorando: Fotografiar consecuencias de otras fotografías y de temas históricos en la fotografía, entonces eso era como seguir la continuidad de mis trabajos.
Carpoolers es un proyecto que ha sido elaborado tanto para exhibir como para un libro, llegaremos después a lo del libro, pero quiero ver como es ese proceso al principio. ¿ lo Tenías planteado directamente para un libro o para la pared ?
No ni lo uno ni lo otro. Es decir, realmente no estaba claro, siéndote honesto. Yo lo que estaba emocionado era de hacer algo con eso. De poder encontrar las suficientes imágenes para hacer un proyecto completo. Dudé del proyecto al inicio, incluso pensé en dejarlo a un lado.
Yo no le veía demasiado futuro. Pero fue madurando la idea, parecía que si existía algo como conciso, que podía elaborar. Entonces, yo creo que las concepciones para una exposición y como libro llegaron ya casi al término del proyecto. Yo empecé exhibiendo cinco o tres fotos y para nada era la idea que tengo ahorita de como ponerlo en la pared.
La primera vez que se expuso fue en el festival de fotografía de Londres, que ganó el primer premio del festival y la expusieron de manera lineal, que esta muy lejos de como las monté al final; como el mosaico, donde tienes la simulación de un gran tráfico que están todos estacionados parados unos detrás del otro.
¿ Y el paso al libro ?
El paso del libro vino lento, duro y con mucho dolor realmente. Yo tenia miedo de hacer un libro que se convirtiera en un catálogo de las mejores fotos.
¿cómo vino la decisión? ¿Porqué hacer un libro ?
Pues porque particularmente me interesa la forma del libro y era un reto llevar ese proyecto a un libro fotográfico, ¡y me encantan los retos! Digo, suena a cliché pero me encanta la idea de arriesgar y sabía que tenia que arriesgarme con ese libro.
Empecé a trabajar la idea y contrate un editor para hacer el trabajo y no funcionó. Así que lo fui posponiendo porque me daba pavor editar el libro yo mismo. Sin embargo, me convencí de que debía arrancar de una vez y por lo más sencillo. Empecé a elaborar una secuencia por medio de poquita gente a mucha gente y pues, esa fue la primera edición que hice, y obviamente parecía un catálogo de las mejores fotos. Trabajando con mi asistente Fernando Gallego nos planteamos cuales eran los puntos fuertes que queríamos resaltar y pensamos en primer término que se sintieran los puntos de vista tanto del fotógrafo como de los personajes. No sabía como lo íbamos hacer pero ese era el camino para el libro. Segundo, que se sintiera movimiento, que las cosas no estuvieran estáticas, y el tercer planteamiento era el tiempo, ubicar la historia. No sabíamos como lo íbamos a elaborar pero estaba ahí. Y esos tres planteamientos nos llevaron a mucha experimentación; a cortar fotos, hacer fotos chicas, fotos grandes, a cortar las páginas, a hacer muchos cambios de diseño y de secuencia que empezaran a dialogar con estos tres planteamientos. Al final nos íbamos mucho a la experimentación y lo dejamos como marinar, lo dejábamos ahí un ratito para ver si nos seguía emocionando. Entonces, seguíamos y nos regresábamos a lo muy sencillo y así nos íbamos para delante y para atrás, a los extremos hasta que llegamos como a un medio y ya en ese medio le enseñamos el libro a críticos y a gente que sabe de libros fotográficos para recibir opiniones y esas retroalimentaciones nos ayudaron a afinar los detalles que nos llevaron a concretar el libro.
Hace poco salió una referencia en El País de España sobre el tema de los foto libros, resaltando el tema de la auto-edición. Tu experiencia es definitivamente auto diseño, auto-edición ¿Intentaste el camino normal, tradicional o de una decidiste por resolver el trabajo tu mismo?
Si busqué opciones de editoriales tradicionales, si hubo varias ofertas, pero nunca me convencieron.
¿No te convencieron a nivel económico o artístico ?
Más que nada económico, Es decir, eran cuestiones económicas y luego cuestiones de experiencia. Junto con mi asistente nos dimos cuenta que teníamos un buen proyecto en las manos y se convirtió en una oportunidad única para experimentar y adentrarnos por primera vez en una auto-edición.
Te insisto en el tema porque justamente a las fotógrafos emergentes les genera gran expectativa y gran duda ¿qué hacemos con un proyecto fotográfico ya terminado? lo preparamos para una revista, lo preparamos para un foto libro o para una exhibición. Porque cada formato tiene su característica y su lenguaje particular.
Recuerdo un conversatorio en Barcelona con Ricardo Cases. Él estaba presentado su libro Palomas al aire y reflexionó de que él como fotógrafo no le llamaba la atención hacer exposiciones, que eso se perdía, se diluía en el tiempo y que el libro era lo que se mantenía y que posiblemente con lo que costaba una exposición se podía realizar un libro. ¿Qué piensas de eso? Digamos, a partir de tus próximos proyectos.
No estoy peleado con la idea de la exposición, me parece que hay oportunidades de hacer cosas muy creativas en la exposición y me encanta la idea del formato del foto libro, porque ya le he invertido muchísimo tiempo a investigar sobre el libro mismo, sobre la historia, sobre la forma, sobre la edición, sobre la secuencia, y estoy en el momento donde quiero experimentar esos conocimientos y esas oportunidades .
¿Cómo ves tus nuevos proyectos hacia el futuro?
Lo veo en la pared y como libro. De hecho hay proyectos que también los veo nada mas para la web. Tengo un proyecto sobre la burocracia de la vivienda Mexicana: ¿dónde vas a conseguir préstamos para poder comprar tu casa?, es como la pre-historia a lo de Suburbia Mexicana. Ese proyecto es grandísimo y lo puse en la web y lo exhibí el año pasado por primera vez en República Dominicana. Realmente nunca lo promoví ni nada, porque era una mezcla de foto y video al mismo tiempo y en la web era un perfecto lugar para hacer esa experimentación, porque en la pared tienes que hacer un hoyo y luego el truco se pierde, ósea, yo creo que son decisiones de que es lo que te interesa hacer en ese momento y lo tratas de hacer. Obviamente pasa el tiempo y tal vez conoces algo o ves algo nuevo y dices: Ahora puedo resolver este proyecto en otro formato y así.
Siguiendo con en el futuro y los nuevos proyectos. Desde afuera siento que Carpoolers ha sido un proyecto largo en el tiempo y poderoso. Se ha podido exhibir, llegar a libro, digamos, no solamente por su extensión si no por que es un tema, como bien dices, que reúne muchísimos discursos tuyos previos y llega ahí como un punto, como un clímax y me pregunto ¿qué viene después? Es decir, ¿Cómo afrontas como fotógrafo, como realizador, esos nuevos proyectos después de algo que te ha copado de una forma tan satisfactoria ?
La verdad nunca deje de hacer proyectos. La verdad si te da el nervio de repente de que las nuevas series no peguen. Pues la verdad CarPoolers lo hice porque me interesaba un tema y los proyectos que sigo haciendo es porque me interesan los temas. No hago proyectos para tener éxito, hago proyectos porque son cosas que me llaman la atención, y bueno, si viene toda esa oleada de cosas buenas detrás, pues, magnífico. Pero si nos detenemos a pensar que si este u otro proyecto va a funcionar o no, no haces nada. Yo creo que entre más estas haciendo más posibilidades hay de que conectes con mucha gente.
Este año carpoolers visitará varios festivales en Europa y América, incluyendo el festival Meridafoto en Venezuela. El libro recibió de varias agencias e instituciones el título de uno de los 10 mejores libros de fotografía de 2014.
Alejandro se suma al gran grupo de artistas mexicanos y extranjeros que ven en México una veta inagotable de temas, en especial en el área social. Sigue trabajando en historias que hurgan a la ciudad de Monterrey, que al parecer le sigue generando dudas y preguntas que busca resolver con la imagen. Tiene mucho que decir y trabaja fervorosamente en buscar las formas que sus preguntas, convertidas en fotografías, lleguen lo más lejos posible.
Influenciado por el fotógrafo inglés Paul Graham, del que fue alumno, trabaja la idea del proyecto fotográfico a largo plazo con grandes temas. A partir de investigaciones muy profundas y la preparación de un marco histórico.
Contextualizar su proyecto en la historia de la fotografía, ubicarla con respecto a otros autores que tocan el tema urbano y del desarrollo social de las ciudades marca su metodología de investigación.
“el paisaje urbano se ha hecho desde hace muchísimo tiempo. ¿cuáles han sido los grandes temas del paisaje urbano? , ¿qué se ha fotografiado? ¿cuál es la consecuencia de que esta ciudad crezca respecto al transporte urbano? Y ahí esta lo de Carpoolers”
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