Claudio Perna y la geografía como detonante de una fotografía conceptual
Cuando el artista regresa de su largo viaje hay que escuchar con mucha atención a sus mensajes
Claudio Perna
Zona VII
El atrevimiento y el riesgo hicieron su habitáculo en la sala Juan Germán Roscio de la Biblioteca Nacional desde el 31 de agosto de 2017; desde entonces, la hiperactiva visión de Claudio Perna (1938-1997) envuelve a quienes aún vivimos el asombro de su ausencia.
Al ingresar a la sala, vale la pena detenerse en el hermoso texto de Slady Loaiza “los lugares de la utopía”pues, a través de él, nos plantea esta como “…una construcción simbólica capaz de imaginar y construir nuevos modelos de mundo como alternativa al orden establecido.” allí, nos hace ver que el arte y los proyectos éticos, por fortuna siguen siendo los lugares de la utopía y se enfrentan a un tiempo en el que las otras actividades del hombre carecen de proyectos utópicos”
Son varios los escenarios recreados museográficamente para mantener esa atmósfera que caracterizo a Perna siempre rodeado de archivos, proyectores, catálogos; todo desde un aula poblada de pupitres en la que podemos ver cómo las ideas que emanaban del estudio de la geografía y su relación con lo humano, pudieron convertirse en palabras sobre las pizarras para entender que una cámara fotográfica es solo un dispositivo para la captura; lo demás, es mirar, interpretar, construir, proponer intercambiar mensajes, es decir: decidir sobre lo capturado.
En un aparte de la sala, su habitación protegida por entidades mágico-religiosas nos permite comprender el espacio del pensamiento, el amor y el sueño del artista. Claudio se confronta con la mirada ajena desde lo intimo, lo domestico, lo profesional y lo espiritual; desde allí, como siempre lo hizo, permite la co-creación de una obra.
Claudio Perna 20-40 Archivo vivo y memoria es un encuentro con cientos de copias, diapositivas, escritos, intervenciones, además de archivos, anotaciones e instalaciones que hacen de esta exposición, un espacio para repensar la imagen y, aún más allá, repensar la interpretación de nuestra idea de existencia en la naturaleza. Claudio nos invita a unir ciencia y arte, razonamiento y sentimiento.
Zona V
Esta exposición, que permanecerá hasta este el 18 de febrero, es una oportunidad para quienes, aun 35 años después, no aceptan su “locura” y se encierran en la negación a aceptar que al ubicar la obra de este artista en el contexto actual, se puede entender de manera clara su obsesión con ser parte del tiempo: ese que le tocó vivir, uno que respondía a importantes confrontaciones estéticas mientras gran parte de la fotografía nacional no terminaba de desarroparse en su letargo modernista. Tal vez esa obsesión, lo llevó a problematizarlo, interpretarlo y en algunos casos, desbordarlo. Después de ver y estudiar esa relación Geografía -Tiempo- fotografía, la interrogante que nos surge es: ¿hemos entendido el nuestro? por ello volvemos a 2016 y unimos la iniciativa de la Biblioteca Nacional con actividades anteriores relacionadas con Claudio Perna, lo que nos coloca en perspectiva para comprender lo valioso y afortunado que fue el homenaje que ese año le hiciera la organización del Festival Méridafoto, recordamos que a través de la convocatoria de #untalclaudioperna nos acercamos a su legado a través de la palabra, obra y presencia del hoy desaparecido Fernando Carrizales.
Ahora, ante la intensa conexión de Claudio con la geografía, nos hacemos eco de Loaiza cuando expresa: “… es traerlo con la imagen de su obra que nos hace leerlo una y mil veces: unas para contemplarlo, otras para comprenderlo, pero sin duda, todas para disfrutarlo.»
Zona III
Claudio Perna 20-40 (20 años de la desaparición del artista y 40 de la fundación del archivo Audiovisual) es un viaje a los inicios de nuestra fotografía conceptual, pero también un paseo por las distintas maneras de descomponer el esfuerzo de muchos de los que trabajaron en ella gracias a la lentitud en el funcionamiento institucional.
Lamentablemente, debemos señalar el descuido en el que se encuentra la sala luego de 100 días de inaugurada; proyectores descompuestos que no permiten ver la obra Urbano-rural (estudio del paisaje venezolano) que recoge en su diaporama más importante; fotografías y paneles despegados, luces quemadas, imágenes desprendidas de sus soportes en las vitrinas, textos despegados; En fin, esperamos que siendo Perna uno de los fundadores del Archivo Audiovisual de la Biblioteca Nacional (uno de los más importantes de Latinoamérica) se atiendan estos detalles de conservación y difusión para lo que queda de esta importantísima muestra hasta febrero de 2018.